El mundo del marketing digital cambió drásticamente en los últimos años, fundamentalmente por la llegada de una pandemia que obligó a todo un país (y al mundo) a hacer un curso acelerado de cómo interactuar a través de una computadora, un teléfono o una red social para, literalmente, hacer absolutamente todo. Y en ese «todo», el marketing digital tiene mucho que ver.
En Biwan, luego de realizar varias auditorías digitales y participar de programas del Gobierno nacional, porteño y provincial, en los cuales han pasado una gran cantidad de Pymes de industrias varias, hemos evidenciado la falta de conocimiento que hay en las empresas al momento de pensar en el marketing digital como una de las actividades clave de una marca.
Y ocasionalmente surge la misma pregunta: ¿puede una empresa puede desarrollar su vida sin tener presencia en internet?
Sí, claro que puede, pero ante ese interrogante, dos escenarios posibles:
A) La firma X trabaja, gestiona, comunica y vende sin invertir en Marketing Digital.
B) La firma Z gestiona, comunica y vende invirtiendo en Marketing Digital.
La firma X, producto de su decisión, mantendrá sus funciones, actividades, cartera de clientes y posicionamiento, tal cual lo hizo siempre, quedando relegada a las acciones que sus competidores sí hagan en el universo online. Es decir, conforme avance el tiempo, quedará superada por todo el entorno.
La firma Z, producto de su decisión, estará permanentemente ejecutando acciones para estar en la consideración de sus potenciales clientes, los mismos potenciales clientes que han cambiado sus formas de vincularse con los activos digitales y que la firma Z estudia, reconoce y toma medidas para no perderlos de vista.
Claramente, es una cuestión de tiempo que Z aventaje mucho a X no sólo con la competencia, sino con los potenciales clientes. Y dentro del universo de posibilidades que brinda el marketing digital, ésta última empresa alcanzará más y mejores resultados porque podrá experimentar, medir y validar múltiples acciones para alcanzar ese resultado.
Un mes de trabajo entre Agencia y Cliente
Para poder tangibilizar todo esto, es clave que una Agencia defina procesos de trabajo que, a su vez, determinen un flujo de actividades a realizar, todo debidamente coordinado entre todos los recursos intervinientes.
De esta manera, así se puede traducir un mes de trabajo entre Agencia y Cliente:
Semana 1, 2, 3 y 4
- Análisis y envío de Reporte de Resultados de lo hecho el mes anterior
- Reuniones presenciales de seguimiento entre agencia y cliente
- Reuniones ocasionales virtuales con el cliente
- Análisis de objetivos a corto plazo, mediano y largo plazo
- Calendarización de toda la comunicación del cliente
- Propuestas de generación de contenido en base a los objetivos propuestos
- Seguimiento del contenido propuesto
- Seguimiento de objetivos orgánicos
- Control semanal de objetivos
- Acciones en tiempo real
- Asistencia vía WhatsApp
- Acciones de SEO local
- Optimización de Redes Sociales
- Propuestas y acciones comerciales Offline y Online para la cuenta
- Acciones de Fidelización
- Email Marketing
- Propuestas comerciales en activos digitales
- Seguimiento de objetivos publicitarios
- Ejecución y optimización de Campañas Publicitarias
- Blog de contenidos
¿Hay más? Claro, en el transcurso de todo un mes, más allá de estas tareas operativas y creativas, también se incluyen servicios como acciones OFF y ONLINE para una marca con venta digital y punto de venta. O estrategias de Email Marketing Automation, generación de Base de Datos, entre otras.
En definitiva, para que todas estas acciones convivan, se necesita una estrategia con determinados objetivos. Allí dentro, un plan de acción para cada objetivo, y cada objetivo, un seguimiento de resultados. En años de trabajo con empresas de todo el país y del exterior, hemos advertido los recurrentes puntos del dolor que afectan la relación Agencia-Cliente.
La cuestión es, finalmente, que todos los recursos, sean de la agencia o del cliente, estén plenamente focalizados y enfocados en perseguir y alcanzar los resultados. Siempre.